Según recientes informaciones recibidas de ciertos vecinos que han estado al frente del problema relacionado con el suministro del agua potable a nuestras viviendas, si bien ya estamos más cerca de la meta económica requerida para cubrir los gastos tanto de protección como de funcionamiento del sistema hidroneumático, aun hay vecinos que no han cumplido con el aporte acordado de Bs. 350 por unidad de vivienda. Ello, además de entorpecer el cronograma de actividades, deja mucho que desear de aquellos vecinos que se aprovechan del sentido de responsabilidad de la gran mayoría de los miembros de la comunidad, quienes a veces haciendo sacrificios económicos importantes, atienden al llamado de solidaridad.
En este caso, llama la atención el hecho de comprobar que quienes aparecen ahora como deudores de esta contribución, son los mismos que habitualmente incumplen con los aportes de mantenimiento de las diferentes terrazas y se niegan a contribuir con cualquier iniciativa que implique el mejoramiento de nuestra calidad de vida.
En lo personal, soy de la idea que la comunidad debe ser implacable con aquellos vecinos que se nieguen injustificadamente a participar en estos asuntos, ya que dichas conductas lejos de favorecer nuestro crecimiento como grupo social, propician la impunidad y la indiferencia vecinal. "Si fulano no paga y no pasa nada, para qué voy a pagar".
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