En la mayoría de los países tanto desarrollados como en vías de, existen normas ambientales sanitarias que obligan tanto al análisis sanitario periódico del agua como al tratamiento y limpieza de los depósitos o tanques de agua potable. En nuestro país, ciertas normas legales y administrativas así lo prevén, sólo que no existen mecanismos efectivos para garantizar su cumplimiento.
En el caso de nuestra urbanización, es obvio y conocido por todos los vecinos que desde que nos entregaron las viviendas, hace más de 4 años, jamás se ha hecho un intento serio por realizar análisis bacteriológicos al agua que consumimos, y mucho menos limpiar y desinfectar el tanque de agua potable que surte al desarrollo.
Esta grave omisión que hemos tenido como vecinos, ha sido o al menos ha podido ser culpable de un conjunto de enfermedades bacterianas, virósicas o parasitarias como el cólera, fiebre tifoidea, salmonelosis, hepatitis A, disentería y la ascaridiosis, sin dejar de tomar en cuenta los efectos que sobre el organismo generan substancias como el arsénico, el cadmio, el zinc y el cromo, metales que en grandes concentraciones en el agua podrían resultar altamente tóxicos y peligrosos para nuestras familias.(Organización Mundial de
Es bueno señalar que, si bien algunos vecinos cuentan con sistemas generales o individuales de purificación del agua, lamentablemente la gran mayoría no tienen acceso a ello, razón por la cual debemos ser solidarios.
Por esta razón, a través de este medio nuevamente exhortamos a la comunidad de vecinos, a que independientemente de quien tome la iniciativa (consejo comunal o vecinos individualizados) lo que dicho sea de paso es indiferente, nos aboquemos con determinación y seriedad a contratar los trabajos de análisis bacteriológicos del agua que consumimos como de limpieza del tanque general de agua potable, actividad cuyo costo debemos cubrir entre todos los vecinos y no esperar que nos lo haga el gobierno nacional.
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